Los juegos de mesa no solo entretienen; también pueden educar. Esa es la premisa central del estudio realizado por Alfonso Iglesias Amorín y Helena Iglesias González, publicado en la Revista de Investigación en Educación, que analiza cómo los juegos de mesa pueden utilizarse para enseñar economía y matemáticas de manera práctica y efectiva.
La investigación, aceptada el 28 de abril de 2025, propone un enfoque pedagógico en el que los estudiantes no solo aprenden conceptos económicos, sino que los experimentan en un entorno controlado. “La posibilidad de crear simulaciones económicas de una complejidad adaptada al alumnado permite al docente explicar en la práctica conceptos y procesos que serían más difíciles de asimilar desde lo puramente teórico”, señalan los autores.
Auge de los juegos de mesa
En la última década, los juegos de mesa han vivido un renacimiento global. Títulos como Catan, Clanes de Caledonia y Cashflow 101 han demostrado que más allá del entretenimiento, pueden ser herramientas valiosas para aprender sobre economía, finanzas personales y gestión de recursos.
“La tendencia cada vez mayor a introducir elementos del juego en la educación ha llevado a la popularización del concepto de aprendizaje basado en juegos”, explican Iglesias y González. Pero a diferencia de la gamificación, el enfoque que proponen se basa en utilizar juegos ya existentes o diseñar nuevos, adaptados a contenidos curriculares específicos.
¿De qué trata el estudio?
El estudio de Iglesias y González se centra en explorar cómo los juegos de mesa pueden integrarse en la enseñanza de economía y matemáticas, tanto en Primaria como en Secundaria. Sus objetivos principales son:
- Identificar mecánicas de juego que permitan enseñar conceptos económicos.
- Proponer juegos existentes que puedan utilizarse con fines educativos.
- Analizar cómo los juegos pueden fomentar aprendizajes interdisciplinarios, vinculando economía y matemáticas.
Los autores destacan que la enseñanza de economía puede resultar abstracta y compleja para los estudiantes, pero a través del juego es posible convertir esos conceptos en experiencias prácticas.
Beneficios de los juegos de mesa
El estudio destaca que los juegos de mesa en el aula no solo motivan y promueven la participación activa de los estudiantes —“El uso de juegos crea un ambiente en el que los estudiantes pueden experimentar, probar estrategias y explorar consecuencias de una manera segura y controlada”, señalan los autores—, sino que también facilitan el aprendizaje práctico de conceptos económicos al permitirles tomar decisiones en tiempo real, integran de forma natural operaciones matemáticas como el cálculo de probabilidades y el análisis de riesgos, y fomentan el trabajo colaborativo mediante dinámicas de negociación y cooperación.
¿Qué juegos sirven?
El estudio identifica una serie de juegos de mesa que pueden ser utilizados para enseñar economía y matemáticas en distintos niveles educativos. Clanes de Caledonia permite a los estudiantes simular mercados fluctuantes, gestionando recursos y decidiendo el momento óptimo para vender bienes y maximizar ganancias.
En tanto, Cashflow 101 introduce conceptos financieros avanzados como inversiones, deuda y coste de oportunidad, siendo especialmente útil en cursos de Secundaria. En un nivel más básico, Los Colonos de Catan enseña nociones de intercambio, comercio y acumulación de recursos, mientras que Through the Ages plantea una experiencia más estratégica, donde los jugadores deben administrar recursos limitados, evaluar riesgos e invertir a largo plazo.
Los autores subrayan que, para maximizar el potencial pedagógico de estos juegos, es esencial adaptar sus reglas y mecánicas a los objetivos específicos de cada nivel educativo. De esta forma, los docentes pueden ajustar la complejidad de las dinámicas y asegurar que los estudiantes no solo jueguen, sino que también reflexionen sobre las decisiones tomadas y sus implicancias económicas.
Principales conclusiones
Los autores concluyen que el uso de juegos de mesa en el aula no solo motiva a los estudiantes, sino que también facilita el aprendizaje práctico de conceptos económicos. “El valor del aprendizaje basado en juegos reside en la motivación y el dinamismo que introduce en el proceso de aprendizaje”, afirman.
Sin embargo, advierten que su implementación requiere planificación. Los docentes deben seleccionar juegos adecuados, estructurar sesiones con objetivos claros y fomentar la reflexión posterior a cada partida para consolidar los aprendizajes.
¿Dónde leer el estudio completo?
El estudio completo está disponible en el siguiente enlace: Leer el estudio completo aquí