Psicólogo y divulgador lúdico
Manu de Juego es un canal de juegos de mesa para propagar la afición administrado por Manuel Canto Carrizo, psicólogo de profesión, guionista de cómics y creador de contenido durante el tiempo de varias aristas del mundo geek.

Depresión post-evento: La ciencia detrás del bajón emocional tras la Roll a Game Chile

No sé ustedes, pero estos días han sido difíciles de asumir. Luego de haber vivido tantas emociones intensas —ya sea jugando, conociendo a quienes admiras o incluso gente nueva que puede convertirse, en el futuro, en amistades o figuras cruciales en tu vida—, viene esa sensación de vacío y de bajón emocional. Lo bueno es que esa sensación tiene un nombre y una explicación científica: se llama depresión post-evento.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que la «depresión post-evento« no es un diagnóstico clínico formal y reconocido en manuales como el DSM-5. Los expertos la definen como una respuesta emocional transitoria y normal a un gran contraste entre la euforia intensa y el regreso a la vida cotidiana.

Aunque el término «depresión« pueda sonar alarmante; es crucial entender que, según la mayoría de expertos y psicólogos, la depresión post-evento es, más bien, una respuesta emocional transitoria que subraya la intensidad del shock de la vuelta a la normalidad después de un peak extraordinario de felicidad y anticipación.

Para entender bien esta sensación, debemos mirar hacia el cerebro, específicamente a las moléculas de la felicidad que se disparan durante el evento y que luego, inevitablemente, caen.

En general, los eventos son entornos diseñados para la máxima liberación de dopamina y endorfinas, los principales neurotransmisores asociados con el placer, la motivación y la recompensa. Esto se aplica para un concierto, un evento de videojuegos o juegos de mesa, como la reciente primera versión chilena de la Roll a Game Expo.

La dopamina no solo se libera durante el placer, sino también (y a menudo más intensamente) durante la anticipación del mismo. La espera de semanas, la planificación y el ritual pre-evento bombardean el circuito de recompensa. Una vez en el evento, la socialización, la sincronía con decenas de personas y la presencia de algo que querías probar o la posibilidad de conocer a un autor, ilustrador, editor genera una oleada masiva de esta hormona.

La experiencia compartida y la sensación de pertenecer a una comunidad estimulan la liberación de oxitocina, a menudo llamada la «hormona del vínculo social«. Este pico emocional colectivo intensifica el sentimiento de significado y conexión, haciéndolo aún más único.

Cuando el evento termina y los estímulos desaparecen, los niveles de estos neurotransmisores (dopamina, endorfinas, oxitocina) no solo vuelven a la normalidad, sino que a menudo caen por debajo de la línea base. Este descenso abrupto de las «hormonas felices« después de un pico tan alto, genera una sensación de vacío, tristeza o falta de motivación, lo que muchos describen como un bajón emocional o un crash.

Factores psicológicos

Más allá de la química cerebral, la Depresión Post-evento se arraiga en profundos factores psicológicos relacionados con el significado personal y la identidad, ya que existe un fuerte contraste entre la realidad del evento y la realidad cotidiana. La realidad del evento es un espacio donde la identidad “fan” se vive plenamente, sin prejuicios. Es un escape en donde el mundo exterior se suspende. En cambio, la realidad cotidiana es el regreso a las responsabilidades, los horarios y las tareas diarias, que claramente, en comparación, se sentirá aburrido o monótono.

La sensación de «vacío» o «melancolía» es a menudo una forma de duelo por la pérdida de ese momento único. Los asistentes pueden obsesionarse con revivir el momento buscando videos o revisando las redes sociales.

Sin embargo, hay una aceptación gradual de que, aunque las grabaciones existan, la experiencia en vivo y el peak de conexión emocional no se puede replicar. Esta sensación se asemeja al «no lo supero, quisiera verlos en vivo otra vez. Los extraño. Creo que no te quedas satisfecho. Necesitas más», como relató un entrevistado en un estudio cualitativo sobre el engagement en conciertos (Ishii, 2022).

En el campo de la psicología del deporte y la psicología positiva, existe un fenómeno más amplio conocido como «post-event letdown« (Desilusión Post-Evento). Esto se observa en atletas después de una competencia importante, estudiantes después de los exámenes finales o personas después de una boda o vacaciones muy esperadas.

El área más cercana a la investigación formal se encuentra en los estudios de cultura fan y medios. Por ejemplo, un artículo de investigación temprana (2025) explora el fenómeno en el contexto del K-Pop: este tipo de trabajo analiza cómo la euforia se transforma en vacío y el papel de las redes sociales en perpetuar el anhelo de la experiencia a través de la revisión constante de clips y recuerdos.

De manera similar, otro trabajo se enfocó en el fandom de BTS: este análisis encontró que, inmediatamente después del concierto, el 90.2% de los encuestados sentían euforia, pero el 63.4% reportó no saber «cómo seguir adelante con esa experiencia», y el 56.1% sentía «ansiedad por separación» de la banda.

¿Cómo afrontar esta sensación?

Pero entonces, ¿cómo afrontamos esta sensación? El objetivo no es reprimir la tristeza, sino validar la intensidad de la experiencia y facilitar la transición de regreso a la vida. Expertos sugieren:

Validación Emocional: Aceptar que es normal sentirse «bajoneado» después de un evento importante. Reconocer y nombrar la emoción, como: «Siento tristeza porque la experiencia terminó, y eso es una prueba de lo significativa que fue».

Aterrizaje Suave: No volver de golpe a la rutina. Planificar actividades de transición los días siguientes. Esto puede ser un pequeño encuentro social, un paseo, o ver una película.

Procesamiento de la Memoria: En lugar de obsesionarse con replicar la emoción (lo cual es imposible), enfocarse en integrar la experiencia como una memoria positiva e importante. Escribir en un diario sobre los momentos favoritos, o crear un post de la experiencia, no necesitas ser un creador de contenido para hacerlo.

Conexión Social: Hablar con otros asistentes ayuda a mantener el sentimiento de comunidad y valida las emociones.

Fijar una Nueva Anticipación: Tener un nuevo evento, meta o proyecto, incluso pequeño, para volver a activar el circuito de la dopamina de manera saludable y controlada.

Finalmente, hay que recordar que esta sensación es generalmente transitoria y desaparece después de unos días o semanas, pero si estos sentimientos de vacío, tristeza, desmotivación o dificultad para concentrarse se prolongan por más de un mes e interfiere con la vida diaria (trabajo, estudios, relaciones), es aconsejable buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.

La Depresión Post-evento es un nombre para un fenómeno real y universal: la sensación de vacío que acompaña al fin de lo extraordinario. Al entender su base neuroquímica y validar su significado psicológico, podemos transformar la tristeza post-euforia en una gratitud más profunda por haber vivido un momento tan intenso y memorable.

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